miércoles, 22 de enero de 2020

COMENTARIO SONETO V GARCILASO - 1B(30)

La obra a tratar, el Soneto V de Garcilaso de la Vega, comienza con una metáfora, una metonimia y un hipérbaton solo en el primer verso («Escrito está en mi alma vuestro gesto»): la primera, recurso omnipresente en las composiciones de este autor, se produce al establecer una analogía entre el alma y un soporte de escritura, dando a entender que la amada le llega muy adentro; acto seguido, en «vuestro gesto», se encuentra la metonimia, con la que se refiere a su amada con una parte de ella (el gesto, que vendría a ser la expresión facial). Utiliza la metonimia porque se siente inferior comparado con la belleza de la mujer a la que están dirigidos estos versos y no se atreve a nombrarla expresamente. Todo el verso constituye un hipérbaton para resaltar que el «gesto» de la chica está «escrito» en el literato. Es el tópico de la belleza femenina, muy presente en toda la obra de este autor. Entre la segunda y la tercera líneas se emplea un encabalgamiento («yo lo leo / tan solo—vocablo que, junto con el verso siguiente, muestra la soledad generada muchas veces por el amor—») con el que se busca generar nerviosismo, al igual que el inevitable que sobreviene a la hora de, por ejemplo, declararse a la persona querida.
Entrando en el segundo cuarteto, nos encontramos con una alusión al amor post mortem («estoy y estaré siempre puesto», diciendo que la va a querer siempre) seguida en el siguiente renglón de una hipérbole («no cabe en mí cuanto en vos veo») que aclara que las cualidades de la mujer referida son muchas y muy grandes. Hay también un hipérbaton, elemento común en la literatura de Garcilaso de la Vega: «de tanto bien lo que no entiendo creo». El primer terceto empieza con una hipérbole (diciendo que el yo poético nació únicamente para querer a la amada) que precede a una personificación («mi alma os ha cortado a su medida» —evidentemente, el alma no corta nada, con lo que se puede deducir que el amor del poeta está íntegramente dedicado a la mujer de marras—).
Ya en la última estrofa hay un paralelismo prolongado («por vos nací, por vos tengo la vida […]») que a su vez forma una anáfora («por vos nací / por vos he de morir») y una gradación ascendente (primero nace, después vive y finalmente muere). Esta vorágine de recursos basados en la repetición y en la acumulación enfatiza y busca resaltar lo que se desea expresar (el amor platónico e incondicional hacia la persona ideal). En el último verso, asimismo, puede considerarse la existencia de una paradoja que nos lleva a reflexionar sobre algo bastante más complejo y profundo que lo que se puede leer a secas: «por vos he de morir, y por vos muero».
Todo el soneto constituye una hipérbole, ya que en todo momento se exagera de un modo u otro el amor hacia quien lo inspiró.

1 comentario:

  1. Aunque queda algún recurso importante por desarrollar, tu trabajo es muy bueno, hecho con tiempo y concentración. Sigue así. (9)

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